sábado, 24 de agosto de 2013
Callar por última vez
Difícil y hermoso a la vez
sentir que las palabras se incendian adentro
las más dulces de tu vida
pronto serán cenizas
Ni una brisa se las llevará ahora
son particulas muertas que no vibran
el sueño de lo que pudo ser
el tormento de lo que no será
Aquella noche tu belleza se mezcló con el aire
y sentí que podía respirarte
mas yo elegí callar
callar por última vez
lunes, 7 de septiembre de 2009
Instrucciones para conectarse al MSN
Sentados en el escritorio y de frente al monitor, esperamos con ansias que el simpático muñequito manco aparezca en el ángulo inferior derecho de la pantalla. Una sensación de alivio nos invade cuando irrumpe frente a nosotros, presto a soportar con estoicismo e hidalguía los flechazos previos a la conexión.
Sin boca para hablar, y sin manos para defenderse, a nuestro amigo no le queda otra que abrirnos esa ventana al ciberespacio. Esta última puede ocupar toda la pantalla o, en su versión rectángula apoyada en uno de sus lados más pequeños, puede también ocupar sólo una parte de ella.
En realidad, no importa cómo se nos presente la ventana, lo importante es que en el medio se vea claro ese botón con la leyenda “conectar”. Esta es nuestra llave.
Antes de oprimir, primero debemos asegurarnos que nuestra mano derecha esté posada suavemente sobre el mouse, que en castellano significa ratón, pero que por cuestiones…quizás de connotación…la palabra en su versión “anglo” es la aceptada mundialmente.
Sólo una oprimida fugaz sobre el botón izquierdo que se encuentra en la parte superior del lomo del roedor electrónico, pero que respetando el perfil anglo de la ceremonia, debemos llamar “click”, es necesaria para que el muñequito de comienzo a su alocada danza de conexión.
Incógnita de carácter mundial es la procedencia de esta danza, algunos afirman que se trata de un ritual tribal, similar al de la lluvia, que practicaban los antepasados de Bill Gates para debilitar las fuerzas de tribus adversarias.
Cuando la danza termina, y si Dios y los servidores así lo quieren, estamos por fin adentro.
Sin boca para hablar, y sin manos para defenderse, a nuestro amigo no le queda otra que abrirnos esa ventana al ciberespacio. Esta última puede ocupar toda la pantalla o, en su versión rectángula apoyada en uno de sus lados más pequeños, puede también ocupar sólo una parte de ella.
En realidad, no importa cómo se nos presente la ventana, lo importante es que en el medio se vea claro ese botón con la leyenda “conectar”. Esta es nuestra llave.
Antes de oprimir, primero debemos asegurarnos que nuestra mano derecha esté posada suavemente sobre el mouse, que en castellano significa ratón, pero que por cuestiones…quizás de connotación…la palabra en su versión “anglo” es la aceptada mundialmente.
Sólo una oprimida fugaz sobre el botón izquierdo que se encuentra en la parte superior del lomo del roedor electrónico, pero que respetando el perfil anglo de la ceremonia, debemos llamar “click”, es necesaria para que el muñequito de comienzo a su alocada danza de conexión.
Incógnita de carácter mundial es la procedencia de esta danza, algunos afirman que se trata de un ritual tribal, similar al de la lluvia, que practicaban los antepasados de Bill Gates para debilitar las fuerzas de tribus adversarias.
Cuando la danza termina, y si Dios y los servidores así lo quieren, estamos por fin adentro.
“No disponible”, si estamos ocupados. “Ausente”, si no estamos. “Salí a comer”, si nos agarra hambre…el msn es versátilmente amoldable a nuestro ritmo de vida.
Lo que pase luego de estar conectados, es ajeno a este manual. No nos hacemos responsables por decepciones sufridas a causa de escasez de botones en rojo intermitente, por congojas relacionadas a la ausencia de la persona amada o deseada, o ajusticiamiento proveniente del empleador por chatear en vez de trabajar.
El buen desempeño “emeseneal”, corre por vuestra cuenta.
jueves, 10 de enero de 2008
Poema al sol
No salgas hoy por favor
más deja a las nubes cumplir su frío cometido
vientos y aguas irrumpirán
y yo no me cagaré de calor
La ropa se va pegando a mi cuerpo
mi piel comienza a sudar
así no hay desodorante que aguante
no queda otra, me voy a tener que bañar
Que colorada estás mi amor!
tocar tu espalda hoy es mortal
me ves y huyes con temor
¿será por este olor a chivo fatal?
Esta mañana el noticiero miré
más de 40 grados habrá
Dios mio, la que nos espera el dia de hoy!
todo un caldo en los huevos será
Tus rayos son látigos del infierno
castigan la piel de la gente al pasar
Los japoneses bautizaron con tu nombre a su imperio
Digo yo, ¿por qué no se van a cagar?
A los suertudos que están hoy en la costa
disfrutando tu lado más pío
deseo que se les vaya todo a la bosta
y que en las playas, haga frío
más deja a las nubes cumplir su frío cometido
vientos y aguas irrumpirán
y yo no me cagaré de calor
La ropa se va pegando a mi cuerpo
mi piel comienza a sudar
así no hay desodorante que aguante
no queda otra, me voy a tener que bañar
Que colorada estás mi amor!
tocar tu espalda hoy es mortal
me ves y huyes con temor
¿será por este olor a chivo fatal?
Esta mañana el noticiero miré
más de 40 grados habrá
Dios mio, la que nos espera el dia de hoy!
todo un caldo en los huevos será
Tus rayos son látigos del infierno
castigan la piel de la gente al pasar
Los japoneses bautizaron con tu nombre a su imperio
Digo yo, ¿por qué no se van a cagar?
A los suertudos que están hoy en la costa
disfrutando tu lado más pío
deseo que se les vaya todo a la bosta
y que en las playas, haga frío
miércoles, 9 de enero de 2008
Esta mañana
Creí haber visto todo luego de darme cuenta de lo que pasaba en ese cuarto. Estaba todo normal. Las ventanas cerradas, las luces apagadas, el reloj con el péndulo roto y la canilla del baño goteando una y otra vez sobre la bañera. Todo estaba bien, salvo eso.
Y claro, ante semejante situación mi corazón comenzó a latir muy fuerte. No era para menos. Era asi... tan evidente y tan irremediable. Quería gritar, pero no podía hacerlo. Me sentía en una pesadilla de esas en las que te persiguen y no podés correr más rápido de lo que lo hace una tortuga. Sentía impotencia.
Resfregué mis ojos para comprobar que era real lo que estaba viendo, y sí. Era yo, en la cama, a las 9 menos cuarto de la mañana. Me había quedado dormido.
Y claro, ante semejante situación mi corazón comenzó a latir muy fuerte. No era para menos. Era asi... tan evidente y tan irremediable. Quería gritar, pero no podía hacerlo. Me sentía en una pesadilla de esas en las que te persiguen y no podés correr más rápido de lo que lo hace una tortuga. Sentía impotencia.
Resfregué mis ojos para comprobar que era real lo que estaba viendo, y sí. Era yo, en la cama, a las 9 menos cuarto de la mañana. Me había quedado dormido.
martes, 8 de enero de 2008
Bienvenidos
Dicen que todo comienza con algo caliente. El mundo nació con el denominado "Big Bang", y los seres vivos son concebidos en situaciones, se podría decir, de "altas temperaturas".
Como no podía ser de otra manera, este espacio se inaugura con un dia en el cual hacen más de 40 grados de sensación térmica. Si la pregunta que se están haciendo ahora es: "¿Lo que se leerá aquí también será caliente?", es algo que tendrán que averiguar en los próximos días.
Por lo pronto les doy la bienvenida y sepan que, las locuras que aquí aparezcan, son y serán para ustedes. Gracias y hasta siempre.
Eze
Como no podía ser de otra manera, este espacio se inaugura con un dia en el cual hacen más de 40 grados de sensación térmica. Si la pregunta que se están haciendo ahora es: "¿Lo que se leerá aquí también será caliente?", es algo que tendrán que averiguar en los próximos días.
Por lo pronto les doy la bienvenida y sepan que, las locuras que aquí aparezcan, son y serán para ustedes. Gracias y hasta siempre.
Eze
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